Con la islamización de Egipto en el siglo VII, una de las mayores potencias económicas y políticas del norte de África, los siguientes 3 siglos serán de expansión territorial y el consecuente avance de la cultura árabe y de islamización de más países. Esto da como resultado el surgimiento de muchos califatos, que continúan expandiéndose y aumentando su influencia cultural en la región. En este contexto, surgirán varios imperios africanos abiertamente musulmanes, entre ellos los imperios de Mali. Debido a una yihad, es decir, una guerra por motivos religiosos, muchos soldados derrotados en el norte de Nigeria fueron vendidos como esclavos a los europeos, dueños del tráfico de personas en el Atlántico. De aquí vendrán muchos de los musulmanes esclavizados que llegan a Brasil; los hausa, que en Bahía pasaron a ser conocidos como Malês, son uno de ellos.